Conversor de fracción a decimal
Junto con las fracciones decimales, cuyos denominadores solo pueden ser múltiplos de diez, las fracciones ordinarias se usan mucho en matemáticas y ciencias afines. Se escribe como a/b, donde a es el numerador y b es el denominador. El primero puede ser igual a cualquier número y el segundo puede ser cualquier número excepto cero.
El concepto de fracción
Una fracción es una expresión representada como dividendo/numerador y divisor/denominador. La línea horizontal/inclinada que los separa se llama vinculum/solidus, y se puede escribir en minúsculas: a/b. Dependiendo de la relación modular entre el dividendo y el divisor, existen fracciones ordinarias regulares e impropias. En el primero, el módulo del numerador es mayor que el módulo del denominador, y en el segundo, al revés.
En consecuencia, si divide un número mayor por uno menor, inevitablemente obtendrá un número racional, mayor que uno. Ejemplos de tales fracciones impropias son 6/5, 8/7, 11/3, etc. La reducción en ellos es imposible, y se registran en su forma original. Si es necesario, se pueden calcular obteniendo un número entero y una parte fraccionaria: en el resto o como fracción decimal.
También existen fracciones mixtas y compuestas. El primero se escribe como un número entero no negativo y una fracción propia, y el segundo se escribe como una expresión que contiene varias barras/líneas horizontales.
Historia de las fracciones
El nombre en inglés fracción proviene del latín fractura, pero las fracciones ordinarias se inventaron mucho antes de la formación del Imperio Romano. Entonces, la división de números fue utilizada por los antiguos egipcios, hace unos 4000 años. Así lo indican hallazgos arqueológicos como el papiro matemático Rinda, la tablilla de madera Akhmim y el rollo de cuero matemático egipcio que datan de los siglos XX al XVII a.C.
Otros estudios indican que la división de números también se hacía en la antigua Babilonia, hace más de 3000 años. Fueron los babilonios quienes introdujeron la división de un grado en 60 minutos y de los minutos en 60 segundos. El número 60, además de sí mismo y uno, es divisible por 10 números más sin resto: del 2 al 30. En consecuencia, en Babilonia no se usaban fracciones decimales, sino sexagesimales.
El sistema de fracciones sexagesimales migró gradualmente de la antigua matemática babilónica a la antigua griega, y se sabe con certeza que ya se usaba en el siglo I d. C.: los antiguos científicos griegos Diofanto de Alejandría y Herón de Alejandría. Escribieron fracciones en forma "alfabética" y en forma "invertida". Es decir, el numerador estaba en la parte inferior y el denominador en la parte superior (sin línea divisoria). Debido al hecho de que los antiguos griegos entendían el número como un conjunto de unidades, rara vez usaban fracciones ordinarias en aritmética, pero a veces las usaban para denotar cantidades inconmensurables.
Estudios similares se llevaron a cabo en la antigua China: desde el siglo X hasta el siglo II a.C. Inicialmente, los chinos usaban solo fracciones ordinarias, y los decimales se introdujeron solo en el siglo III dC, después de la invención de la tabla de contar suanpan (算盤). Los antiguos hindúes también hicieron una contribución significativa a las matemáticas. Son ellos quienes poseen la forma moderna de una fracción ordinaria: el numerador y el denominador, separados por una línea horizontal. Los europeos comenzaron a usar este sistema mucho más tarde, solo en los siglos XII-XVI, tomándolo prestado de los árabes, quienes, a su vez, aprendieron este conocimiento de los indios.
El primer pensador europeo en utilizar fracciones ordinarias (en la forma en que existen ahora) fue Leonardo de Pisa, más conocido por su apodo Fibonacci. En 1350, las fracciones decimales comenzaron a usarse en Europa en los cálculos, gracias al científico francés Immanuel Bonfils, y a partir de 1585 se convirtieron en las principales, reemplazando el obsoleto sistema sexagesimal.
Uso práctico de fracciones
Hoy en día, las fracciones ordinarias se usan en todas partes: desde las ciencias exactas (para escribir fórmulas) hasta la vida cotidiana. Por ejemplo:
- En cartografía. La escala siempre se indica como fracción natural: 1/50000, 1/1000000. En lugar del signo "/", a menudo se escriben dos puntos ":", pero significa división, no enumeración.
- En geografía. Por ejemplo, según los libros de texto, Eurasia ocupa aproximadamente 1/3 de la tierra y el Océano Pacífico, la mitad de los océanos del mundo.
- En medicina. Al recetar medicamentos, los médicos rara vez indican su cantidad en gramos y usan un sistema de medidas fraccionado más conveniente: 1/3 botella, 1/2 tableta.
Las fracciones ordinarias se utilizan incluso en competiciones deportivas: todo el mundo conoce expresiones como "un cuarto de la final" o "la mitad de la final". A pesar de que las fracciones decimales se utilizan mucho en los dispositivos informáticos electrónicos, la fracción común no ha perdido su relevancia. Y en las ciencias exactas, es simplemente imposible prescindir de él, ya que una parte importante de las fórmulas, de una forma u otra, contiene expresiones como a / b.